Trabajar el contenido de un proyecto

Ha llegado el momento de trabajar el contenido, empezando por definirlo. No demos por hecho lo que otros puedan entender de nuestra propuesta: debe ser clara y debemos poder justificarla.

Ha llegado el momento de trabajar el contenido, empezando por definirlo. No demos por hecho lo que otros puedan entender de nuestra propuesta: pongámoslo por escrito, ya que a veces nos podemos sorprender a nosotros mismos volviendo a esa definición pasado un tiempo y ver que, quizás, le hemos añadido matices que pueden haber transformado el concepto original. Además de definir el contenido, debemos poder justificarlo: el porqué planteamos una serie de temas y no otros. Si tenemos presente el análisis del contexto (ver «El punto de partida de un proyecto» y entrada siguiente) no nos debería resultar difícil. Y por último, intentemos ser innovadores y no hacer un refrito de otras ideas o propuestas, sin confundir innovar con el I+D. Se trata de ser creativos y eso, si somos del sector cultural, nos debería resultar más fácil. Dicen que las mejores ideas te pillan trabajando. Pues eso: tengamos siempre una libreta cerca para anotar lo que se nos ocurra, aunque parezca una “ida de olla”. Permitiros pensar con el sombrero verde, el que te permite pensar en las locuras (ver «Empezar un proyecto«). Quizás salga alguna propuesta interesante de ello. 

Inés Legemaate

Inés Legemaate encabeza Geztio desde el año 2016. Diplomada en Arquitectura Técnica en Ejecución de obras y en Restauración y Conservación de bienes culturales, y licenciada en Ingeniería en Organización Industrial (especialidad edificación), es una persona tenaz, con sensibilidad por el patrimonio y con afán por los retos.

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