Podríamos decir que los requisitos de un proyecto deberían ser los que se establecen para un objetivo, esto es, que sea: Específico, Medible, Alcanzable, Realista, Temporizado (EMART o SMART en inglés). Para poder cumplir con todos estos requisitos hay que pensar en crear un documento de proyecto que nos sirva a nosotros, los que estamos trabajando para conseguir lo que había nacido como una idea. Un documento que tenga un plan de acciones concreto, acciones asignadas a nombres y apellidos, con fechas de inicio y de final, cuyos resultados se puedan medir y controlar, abastable con los recursos disponibles y coherente con nuestra misión, visión y valores, o sea, con lo que somos, lo que pensamos y lo que queremos. Porque al final, el proyecto es el que nos lleva de la idea, de la necesidad (qué), a la finalidad (para qué), explicándonos el para quién (usuario o cliente), el cómo (acciones) y dónde (online, offline, local, nacional, internacional). ¿Te ayudo a arrancar tu idea de proyecto?