La producción del proyecto

Para pasar del diseño del proyecto a la producción del proyecto, necesitamos redactar un documento que nos permitirá trabajar la idea, adaptarla y modificarla si cabe.

Una vez trabajado el contenido de un proyecto, vamos a elaborar el documento que nos servirá para su ejecución y que nos permitirá su producción. Pasamos de la definición a la implementación, el control y la mejora, tal y como comentamos en la entrada «Definir el proyecto«. Porque un proyecto es un documento vivo, que hay que seguir trabajando, adaptando, modificando. Hay que: planificar la producción; crear la estructura organizativa y de recursos humanos; poner en marcha la estrategia de comunicación (interna y externa); arreglar los aspectos jurídicos; gestionar la economía y las finanzas. Hay que tener en cuenta que es posible que la parte ejecutiva la hayamos externalizado, pero no por ello debemos desentendernos de ella, ya que seguimos siendo el organismo que decide, y no dejamos de hacerlo hasta que un proyecto llega a su fin (y aun acabado, sigue sirviendo de referencia a otros planes y proyectos). También es posible que un proyecto definido no llegue nunca a ejecutarse: sucede por ejemplo en los concursos de ideas que convocan las administraciones y que se quedan para siempre en un cajón, o que van a ser incluso gestionadas y ejecutadas totalmente por ellas (pero este último es un caso aparte). Vamos a ver con más calma cómo entramos en el proceso de producción de un proyecto.  

Inés Legemaate

Inés Legemaate encabeza Geztio desde el año 2016. Diplomada en Arquitectura Técnica en Ejecución de obras y en Restauración y Conservación de bienes culturales, y licenciada en Ingeniería en Organización Industrial (especialidad edificación), es una persona tenaz, con sensibilidad por el patrimonio y con afán por los retos.

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