Día 1. Jueves. Reunión con el promotor. Análisis de las necesidades: se establece el tipo de intervención y los plazos de entrega. Hoy es día 21 de septiembre y los trabajos deben de estar terminados el día 17 de octubre, cuando se prevé inaugurar una exposición. El desprendimiento de algunos trozos de piedra de la fachada, disparó la alarma, y el hecho de querer inaugurar sin ningún elemento de protección, determina el tipo de actuación y los plazos de entrega: será necesario sanear y consolidar para garantizar la estabilidad de la fachada y plantear una intervención en profundidad en una segunda fase.

Día 7. Miércoles. Se entrega la propuesta de intervención y el presupuesto al promotor. Hoy es 28 de septiembre y sabemos ya que necesitamos 9 días de intervención y un equipo de 2 restauradores (siempre que empecemos antes del día 6 de octubre, ya que si no, deberemos incorporar más mano de obra para poder entregar a tiempo).

Día 9. Viernes. Aprobación de la propuesta.

Día 15. Jueves. Se monta el andamio.

Día 16. Viernes. Empezamos los trabajos de restauración-conservación. Estamos a día 5 de octubre: disponemos de 10 días para ejecutar los trabajos. Tenemos 1 día de margen para imprevistos.

Día 25. Domingo. Acabamos los trabajos de la primera fase.

Día 26. Lunes. 16 de octubre. Se desmonta el andamio y se entrega la obra al promotor.

Parece sencillo, pero hay un trabajo de gestión importante tras esta agenda tan apretada:

Entre el día 1 y 7: se realizan llamadas a diversos restauradores para poder completar el equipo necesario. A la tercera llamada, conseguimos cerrarlo. Buscamos donde alojar a las restauradoras, ya que una vive a 44 km. de la obra y la otra a 135 km. Sondeamos diversas empresas de montaje de andamios para saber, sobretodo, disponibilidad de entrega, y cerramos precio con una de ellas. Sondeamos las posibilidades de cerrar una línea de crédito para poder pagar la mano de obra, los materiales y los medios auxiliares, en lo que nosotros creemos unos plazos justos. Cobrar entre 50 y 60 días después de la fecha de aprobación de la factura; pagar el material al inicio de los trabajos; y pagar a los industriales y restauradores dos semanas después de finalizar los trabajos, tiene un coste que hay que considerar. Gestión de recursos.

Entre el día 9 y 15: confirmamos la aprobación a todos los profesionales implicados en la obra y pedimos el material. Contactamos con el que va a ser el coordinador de seguridad y salud en la obra: figura necesaria cuando hay presentes más de una empresa en la obra. Gestión de obra.

El día 12 el industrial que debía montar el andamio en 2 días vista, nos dice que le resulta imposible hacerlo en tan poco tiempo. Cualquier propuesta alternativa que ofrece conlleva retrasos e incremento del coste de la partida. Buscamos alternativas y, gracias a los contactos, conseguimos un industrial que se compromete para el día 15, un día más tarde de lo que hubiéramos querido. A todo esto se le suma la huelga general del día 3 de octubre, convocada a consecuencia de las actuaciones habidas durante la votación del 1-O. Gestión de imprevistos.

Día 14: el promotor, en este caso el Ayuntamiento, se encarga del permiso de montaje del andamio, así como del permiso de ocupación de la vía pública, y establece la fecha de inicio de las obras para el mismo día. Realizamos la abertura del Centro de Trabajo y enviamos la documentación requerida al promotor: altas de autónomos; justificantes de pago; justificante de pago de la póliza de responsabilidad civil; copia de la póliza; la nota de encargo del coordinador de seguridad; el estudio de seguridad y salud; el plan de seguridad y salud; el asume del andamio; y la designación del recurso preventivo en obra. Gestión documental.

Entre el día 16 y el 25 realizamos los trabajos de intervención: 144 horas (de las cuales, 64 en fin de semana) sobre 126 m2 de fachada. En paralelo intentamos analizar en profundidad el estado de conservación del soporte, para poder establecer así una propuesta de intervención en fase II el máximo de ajustada a las necesidades. Para ello, y aprovechando que está el andamio montado, contactamos con Oriol Palou, de Sustenta, para que venga a inspeccionar también la fachada y así establecer con él: los ensayos que sería conveniente realizar; y la documentación de la cual estaría bien disponer, para poder completar la propuesta de intervención con un estudio de estabilidad de fachada. Gestión de proyecto.

Después del día 26, empezamos la redacción de la memoria de intervención que incluye; plano de levantamiento de la fachada; cartografías (estado de conservación, actuación realizada, muestras tomadas y caracterización de los materiales); fotografías generales y de detalle; descripción de los materiales y técnicas empleados; y la justificación de su uso basada en los resultados de los ensayos previos realizados. En paralelo, visitamos el Archivo Municipal y contactamos con el arqueólogo municipal, para intentar obtener el máximo de datos históricos del edificio y del terreno. Gestión de necesidades futuras, gestión de equipos. Hemos implicado a arqueólogos, calculistas, proyectistas, historiadores y arquitectos técnicos, para poder llevar a buen puerto una intervención de restauración y conservación.

También hemos aprendido a confiar en quien no conocíamos y no depender de quien creíamos disponer con seguridad. El trabajo en equipo, cuando el equipo se compone de profesionales comprometidos, hace que todo resulte más fácil. Gracias Francesc, Oriols, Joaquim, Raquel, Belén, Marina y Àngels, por el proyecto finalizado.