Diálogos de un restaurador

Asisto al acto inaugural de la Escola Superior de Restauració i Conservació de Béns Culturals de Catalunya que oficializa el inicio del curso 2014-2015. Hace ya dos años que acabé y, cuando vuelvo a ver aquellos talleres en los que pasé tantas horas, me asalta un sentimiento de añoranza. A mí que me encanta reproducir no quería perderme la presentación sobre el trabajo de intervención del moldeado de la escultura de Augusto de Prima Porta dirigida por dos de mis profesores de taller: Joaquim Camps y Xavier Alcalde.

Ya sólo la parte del estudio biográfico de la pieza, en la que se realiza un impecable trabajo de investigación sobre los orígenes de la copia, los materiales, las técnicas y las posibles intervenciones anteriores, ofrece un festival de nombres que desconocía. Entre ellos: el de Vinzenz Brinkmann, declarado por Xavier Alcalde como uno de los tres dioses de la policromía; el de Benvenuto Cellini, célebre escultor del siglo XVI que escribió un tratado de escultura, guía práctica para el conocimiento de las técnicas de la época; el de Cavaccepi, escultor y restaurador del XVIII, y también reintegrador; el de Isidoro Bosarte, estudioso de las artes que vivió a finales del XVIII; y finalmente el de Leopoldo Malpieri del XIX, autor de la copia sobre la cual muy probablemente se hizo este moldeado de más de 500 piezas del Augusto de Prima Porta. Todos ellos fuentes indispensables para trazar la historia de la pieza. Fantástico hilo conductor que nos ha llevado a través de casi 2000 años de historia. Otros autores ya conocidos como Plinio el Viejo y su obra Historia Natural, o Vitruvio y su De arquitectura, acompañan el listado de referentes que revelan las técnicas pictóricas y escultóricas de la antigüedad. Es una suerte poder disponer de ellas.

Todo este recorrido histórico me lleva a engrosar la lista de libros interesantes aún no leídos y pendientes de comprar. En los recientemente adquiridos, como el de Cennino Cennini, únicamente he podido realizar una pequeña incursión. Me encantaría poder usarlo de recetario y reproducir todas las técnicas que se especifican en él, pero debo encontrar el tiempo para ello. Creo que si aprendo del pasado, podré dominar mejor la técnica: aprender reproduciendo y experimentando.

Continúa la ponencia, ahora por los senderos de la intervención en sí. El característico sentido de humor de Xavier Alcalde me hace reír cuando, por ejemplo, describe lo que los franceses llaman «badigeon» o lechada de cal con la que se blanqueaban antiguamente algunas esculturas para darles un aspecto «más limpio», y que en otras épocas más recientes y con criterios menos reversibles, se llegó a hacer (y se sigue realizando, lamentablemente) con pintura Titan, y que Alcalde describe como «el arte de esconder la suciedad bajo la alfombra». Por suerte, parece que avanzamos hacia unos criterios cada vez menos agresivos para la pieza, aunque me pregunto qué dirán en un futuro no muy lejano de las intervenciones que hacemos actualmente. Porque nos seguimos equivocando, lamentablemente. Al menos parece que estamos de acuerdo en lo que dice Ludovic Laugier, quien ha dirigido la recientemente acabada restauración de la Victoria de Samotracia, y que resume los tres principios básicos de cualquier intervención : lisibilité, stabilité et réversibilité (lectura, estabilidad y reversibilidad). «La restauration doit en effet être visible, le visiteur doit pouvoir deviner ce qui a été ajouté et retouché. La restauration ne doit pas se détériorer et se retourner contre l’œuvre en l’abîmant, et enfin tout ce qui a été ajouté doit pouvoir être retiré». La intervención sobre el moldeado cumple estos tres principios básicos, aunque para llegar a conseguir la estabilidad se hayan usado bisagras de armario lacadas o varillas roscadas zincadas y enceradas. Es lo que creo que forma parte de la práctica de un restaurador: el aprovechamiento de los materiales y de los recursos disponibles. Si no, que se lo pregunten a todos aquellos que trabajan «in situ» en campos de trabajo en islas diminutas y apartadas de la civilización.

La verdad es que me alegra haber podido hacer un hueco en la agenda y asistir a esta fantástica presentación. Navegar por internet y leer artículos interesantes sobre el tema de la restauración y la conservación es enriquecedor, pero oír a dos maestros de la reproducción en vivo y en directo resulta emocionante. Finalmente, me gusta cómo describe el inspector de educación, presente en el acto, el trabajo del restaurador: «una pasión tranquila y pausada por recuperar piezas patrimoniales». Lo reconozco: nunca he tenido tanta paciencia haciendo algo, y nunca antes me había fascinado tanto un trabajo.

Inés Legemaate

Inés Legemaate encabeza Geztio desde el año 2016. Diplomada en Arquitectura Técnica en Ejecución de obras y en Restauración y Conservación de bienes culturales, y licenciada en Ingeniería en Organización Industrial (especialidad edificación), es una persona tenaz, con sensibilidad por el patrimonio y con afán por los retos.