Empezar a redactar un proyecto requiere una lluvia de ideas previa.
En la pasada publicación hablamos de la idea de proyecto, pero, ¿por dónde empezar a redactar un proyecto? Con una lluvia de ideas o brainstorming, como lo llaman los ingleses. Todo vale, es el momento de dejar ir las locuras, pensar a lo grande. Después ya se verá si es posible o cómo se puede materializar. Un consejo: no te centres sólo en el qué, piensa desde el momento cero en el « para quién » y el « para qué ». Una herramienta que puede resultar útil para realizar este ejercicio es aplicar el método del Six thinking hats de Edward de Bono, empleado para, entre otras cosas, conseguir que las reuniones sean más eficientes. El método de de Bono se basa en « ponerse » un sombrero de diferente color cada 5 minutos y hablar según lo que te permite expresar cada color: el blanco permite aportar datos; el rojo expresar las emociones o sensaciones que uno tiene cuando piensa o habla de ese proyecto; el negro plantea todos los obstáculos que nos podemos encontrar; el amarillo es para los pros; el verde permite pensar en todas las posibilidades y soñar despierto; y el azul el que tiene en cuenta la logística y la organización de la reunión. Y después, ¿qué hacemos? Pásalo a limpio y empieza a estructurarlo todo: enhorabuena, ¡acabas de empezar a redactar tu propio proyecto!
¿Quieres que te ayude con la lluvia de ideas?